¿Que tal una sopa de gallina criolla?

La unidad, nos va a sanar del Mal, digo, del Mas. ¿Unidos para qué, porqué, o con qué objetivo? Nada de lo que diga, va a tener valor frente al monstruo que nos desune. Es un monstruo grande y pisa fuerte, como dice la canción. Tiene mucha plata, tiene asesores cubanos expertos en desunir a los pobres, para mantenerlos pobres.

Por eso ya no me preocupo del monstruo. Ellos, los que conforman el monstruo, están enfermos de poder. Están Mal. Y el Mal no se sana sino con medicinas. Hoy, las medicinas son muy caras. No existe médico que pueda dar receta. No hay hospital donde podamos internar a nuestra democracia.

Por eso, humildemente me atrevo a sugerir una sopa, como hacía mi abuelita cuando la enfermedad no se iba con medicinas caras. Ella hacía hervir bien una gallina, de las que su comadre criaba en el campo. La cocinaba a fuego intenso primero, y cuando ponía la cebolla, la zanahoria y el nabo, bajaba el fuego a un nivel medio. Después de una horita, le ponía sal, un poco de arroz y unas papas tiernas. El resultado era sabroso, pero lo mejor de todo, era que te levantaba de la cama milagrosamente. Ella le ponía un ingrediente más: Rezaba un Padre Nuestro para tu salud antes de darte la sopita.

Nosotros haremos la sopa haciendo hervir el agua primero, para eliminar a los gérmenes cubanos que andan incrustados en nuestra agua. Luego pondremos las gallinas criollas, es decir, a todos nuestros políticos criollos que conforman la oposición, y los haremos cocer bien para que den lo mejor de ellos. Recuerden que las gallinas deben hervir más, tres veces más que las verduras. Si algún rebelde no quiere entrar al caldo, no será parte de la sanación.

Nosotros somos la cebolla, la zanahoria, el nabo, y toda verdura que queramos aumentar, así como el arroz y la papa tierna. La sal es nuestro cariño. Y el resultado es una sopita que todos debemos tomar para sanarnos del Mal, digo, del Mas.

Unos seremos los que pondremos al caldo la JUSTICIA YA!, es decir, nada de referéndum revocatorio para autoridades, magistrados, que han cometido delitos y no errores, así como pedir amnistía general e irrestricta para que vuelvan todos los exilados. Otros pondremos al caldo el respeto a los pueblos indígenas y las áreas protegidas. Otros pondremos la transparencia en cuentas fiscales y presupuestos nacionales, para utilizar bien este dinero que hoy se despilfarra. Y por último otros pondremos el cuidado de nuestros votos en las próximas elecciones y pediremos el cambio del TSE en pleno. La sal, es lo que determinará si la sopa es rica o no. Entonces, el cariño que le pongamos a este plato, lo hace más o menos apetecible.

Antes de comer esta rica sopita, rezaremos un Padre Nuestro para que Dios nos bendiga, porque sabemos que el Mal, solo va a salir con fuego a toda llama. Como ves, la sopa no es sopa si no contiene a todos los elementos, y son las gallinas las que ponen el ingrediente principal, y las más duras de cocer. Así que políticos, meterse a la olla con su pueblo, no es lo mejor, sino lo ÚNICO que pueden hacer hoy. ¿Lo harán? Es hora de saber si tienen el corazón rojo, amarillo y verde, y si se van a poner la camiseta de todos, o solo la de sus partidos políticos. No hay tiempo. Esto es para hoy, porque mañana, todos ustedes serán historia.